Un estudio de mecánica de suelos es sumamente importante dentro del vasto mundo de la construcción, teniendo un papel esencial, sobre todo, en proyectos que se relacionan con terracerías y pavimentos.
Gracias a este estudio es posible conocer las propiedades físicas y del suelo, mientras aseguran que las estructuras que se diseñen sobre él sean completamente seguras y duraderas.
Cuando hablamos de proyectos de gran envergadura, tales como calles, caminos o carreteras, comprender el comportamiento del terreno es esencial para que se eviten problemas como desplazamientos, hundimientos y agrietamientos.
Comprendiendo ¿Qué es la mecánica de suelos?
Esta se trata de una disciplina que analiza el comportamiento de los suelos bajo diferentes condiciones de carga y estrés.
Para proyectos de pavimentos y terracerías, el estudio es clave, puesto que con ella es posible determinar:
Cuando se trata de proyectos como carreteras o caminos rurales, es esencial garantizar que el terreno donde se llevará a cabo el proyecto cuente con la capacidad suficiente para aguantar el peso y la vibración constante de distintos vehículos.
Con un análisis detallado del suelo es posible obtener datos precisos sobre su estabilidad, además de las medidas necesarias para reforzarlo, de ser necesario.
En el caso de las terracerías, el enfoque se encuentra en la compactación del terreno, para asegurar una superficie uniforme y resistente para una correcta construcción del pavimento. Si no se realiza este estudio, el suelo puede desplazarse con el pasar del tiempo, provocando grietas o deformaciones.
Los siguientes son los pasos que se pueden seguir para este tipo de suelos en particular:
Muestreo del suelo: se lleva a cabo una perforación para obtener muestras representativas del terreno en distintas profundidades.
Análisis en laboratorio: se estudian las propiedades químicas y físicas, tales como la granulometría, densidad y la plasticidad.
Pruebas de carga: estas evaluaciones determinan la capacidad portante que tiene el terreno.
Estudio del nivel freático: es esencial identificar si hay agua subterránea cerca de la superficie, puesto que puede afectar a la estabilidad del suelo.
Recomendaciones técnicas: con base en los resultados, aquí se sugieren técnicas específicas para que se mejore la resistencia y la durabilidad del terreno.
Capacidad portante: esta indica cuánto peso puede aguantar el terreno sin sufrir deformaciones, así que es un factor crítico, puesto que define los materiales y las técnicas que se necesitan para garantizar la estabilidad.
Compactación: un suelo que esté bien compactado impide que haya desplazamientos, asentamientos irregulares o hundimientos. La compactación es un proceso obligatorio en la construcción de terracerías, alcanzando una base sólida para el pavimento.
Drenaje: este es esencial para evitar que el agua se quede retenida en la superficie o en las capas inferiores. Gracias a esto se prolonga la vida útil del pavimento y, también, previene daños por erosión.
Cuando el terreno no tiene los requisitos necesarios para la construcción, se pueden emplear distintas técnicas para estabilizar, las cuales mencionaremos a continuación:
Compactación mecánica: con ayuda de maquinaria pesada es posible compactar el suelo para aumentar la densidad que ya tiene.
Mejoras químicas: se agregan estabilizadores como cal o cemento para poder fortalecer el terreno.
Drenajes subterráneos: para terrenos que tienen alta presencia de agua se instalan sistemas de drenaje que eliminan el exceso de humedad.
Geotextiles: estas mallas sintéticas refuerzan la base del suelo y mejoran la capacidad portante.
Es ideal para carreteras y autopistas, puesto que garantiza pavimentos más duraderos y resistentes al tráfico pesado; también es bueno para vías rurales, donde se mejora la estabilidad en caminos de terracería para evitar erosiones o hundimientos.
En el caso de los estacionamientos otorga una base sólida para que aguante el peso constante de los vehículos.
En infraestructuras urbanas asegura que las calles y avenidas mantengan su funcionalidad a largo plazo.
Este tipo de pavimento está compuesto por varias capas de materiales, generalmente asfálticos, que distribuyen la carga del tráfico hacia el suelo de forma gradual. La mecánica de suelos es fundamental para su diseño, ya que permite calcular el espesor y los materiales adecuados para cada capa, asegurando que el pavimento pueda soportar las cargas sin deformarse.
Una correcta evaluación del suelo base y subrasante garantiza que el pavimento no presente fallas como ahuellamientos o agrietamientos prematuros. Además, permite definir si es necesario realizar estabilización o mejorar el drenaje antes de proceder con la colocación de las capas asfálticas.
Los pavimentos rígidos están conformados por losas de concreto que transmiten las cargas directamente al terreno subyacente. Debido a su menor flexibilidad, requieren un estudio de suelo aún más detallado, ya que cualquier debilidad en la subbase puede derivar en fracturas estructurales o desplazamientos.
Gracias al análisis geotécnico, es posible determinar la necesidad de reforzar la subbase, controlar la expansión del terreno por humedad y asegurar que la losa de concreto mantenga su integridad estructural a lo largo del tiempo. Esto es especialmente relevante en zonas con variaciones climáticas significativas o alta carga vehicular.
En Integra Cimentaciones tenemos una amplia experiencia en el análisis y evaluación de suelos para proyectos de pavimentos y terracerías, utilizando tecnología avanzada que ofrece estudios precisos, con soluciones personalizadas según las necesidades del proyecto, garantizando la estabilidad y seguridad de cada construcción.